La Masonería Argentina recuerda la obra del General José de San Martin, su Gran Iniciado

La política educativa que se implementó en la Argentina durante el Siglo XX, que posibilitó el libre acceso a la educación pública gratuita y laica en todos los niveles, surgió de la Masonería Argentina. Es un proceso que se inicia con el dictado de la Ley 1420, impulsado por los miembros de la Logia Docente N°11, y concluye con la Reforma Universitaria del año 1918, impulsada por los miembros de las Logias Piedad y Unión, Volter y Córdoba Libre todas de la Provincia de Córdoba.
Durante este periodo la escuela pública, y en especial la Universidad brilló con un nivel inusitado, de ella surgieron cinco premios nobel, tres de ciencias: Bernardo Alberto Houssay, Luis Federico Leloir y César Milstein, y dos de la paz Adolfo Pérez Esquivel y Carlos Saavedra Lamas.
La excelencia educativa se vio seriamente afectada por el Golpe de estado del año 1966 que trata de cambiar el paradigma de “educación-inversión” por el de “educación-gasto”, la dictadura intervino las Universidades, y el 29 de julio del año 1966, procedió a desalojar, las facultades de Ciencias Exactas y Naturales y de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires.
El desalojo fue particularmente violento, los efectivos policiales usaron bastones largos para golpear con dureza a las autoridades universitarias, los estudiantes, los profesores y los graduados.
Ese nefasto episodio se conoce como “La Noche de los Bastones Largos”, y fue particularmente letal para el nivel de la excelencia educativa. En los meses siguientes, cientos de profesores fueron despedidos, renunciaron a sus cátedras o abandonaron el país. Se desmantelaron equipos científicos, tal como sucedió con el “Clementina”, que fuera la primera computadora de América Latina, también con el Instituto de Cálculo de Ciencias Exactas y el Instituto de Radiación Cósmica.
La Masonería Argentina repudia el episodio que se recuerda y ratifica la defensa de una educación integral gratuita y de excelencia en todos los niveles, que siga los principios de igualdad y universalidad.
Nicolás Orlando Breglia
Gran Maestre
La Masonería Argentina recuerda hoy el 1º de Mayo de 1886 como el día Internacional del Trabajo, que es el comienzo de la huelga general en la Ciudad de Chicago, convocada por los trabajadores nucleados en la Noble Orden de los Caballeros del Trabajo y la American Federation of Labor, donde se efectuaron diversos reclamos de orden sindical, entre ellos "la jornada limitada de labor de ocho horas diarias y 48 horas semanales", que era una vieja lucha encarada desde la oscuridad de los tiempos por la masonería.- Los gremios medievales integrados por masones, ya tenían en sus estatutos la jornada limitada de labor de 8 horas diarias, y 48 horas semanales y el descanso semanal obligatorio. La humanidad tardó 1.000 años en universalizar esos derechos.- La huelga general desembocó, tres días después, en la Revuelta de Haymarket.. En esa plaza se concentraron miles de personas que fueron reprimidas por policías uniformados. Centenares de trabajadores fueron detenidos, golpeados y torturados.- Los dirigentes obreros fueron sometidos a un juicio de trámite discutido. El patriota cubano y hermano masón José Martí, corresponsal en Chicago del diario La Nación de Buenos Aires, puso en duda la imparcialidad del Tribunal que los Juzgaba y la veracidad de los testimonios.- Cuatro trabajadores fueron condenados a muerte y otros tres fueron condenados a penas de prisión en condiciones muy duras.- Las condenas fueron ejecutadas el 11 de noviembre de 1888, que se los recuerda como "Los mártires de Chicago" El Congreso Obrero Socialista celebrado en París en 1889, que estableció el 1° de mayo como Día Internacional de los Trabajadores. En argentina se conmemoró por primera vez el día el 1 de mayo del año 1890 en "El Prado Español", como jornada de homenaje a la dignidad humana, uno de los principios esenciales de la Masonería Universal. Durante el siglo veinte, los trabajadores lucharon por sus derechos, logrando poner fin a situaciones de injusticia y equidad, no obstante ello, nuestro país aún no ha saldado su deuda social.- Más del 30 % trabaja en la informalidad, en condiciones de sobreexplotación. A esto se suma el trabajo esclavo de los talleres textiles, que no solo alcanza a los sectores más pobres de nuestro país, sino también a personas provenientes de países hermanos de América Latina. Uno de cada cinco jóvenes, pertenecientes a los sectores más bajos en la distribución de ingresos no trabaja, ni estudia, lo que los aleja de cualquier chance de acceder a trabajos registrados. En Argentina sigue latente un escenario de exclusión en el mercado laboral. La lucha por la Justicia Social no ha concluido. En esta nueva conmemoración del Día de los Trabajadores, la Masonería Argentina se une a todos los trabajadores, a sus gremios y sindicatos, reafirmando su compromiso, golpeando nuestro mazo sobre la piedra, para construir el edificio social y así aportar desde nuestro espacio a un país que garantice el acceso al trabajo digno de sus habitantes. En Buenos Aires, en la jornada del trabajo de 2016.
Nicolás Breglia
Gran Maestre
La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones recuerda hoy el 101 Aniversario del Primer Genocidio del siglo XX, perpetrado por el Imperio Turco Otomano contra el milenario Pueblo Armenio.
El siglo XX ha pasado a la historia por la enorme evolución y desarrollo de las ciencias, la tecnología y las humanidades, relacionadas todas ellas con los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad. Sin embargo también fue el siglo de grandes catástrofes para la humanidad, entre ellas dos guerras mundiales, guerras localizadas, eliminaciones étnicas sistemáticas, y otras atrocidades.
Hoy 24 de Abril, se recuerda un año más de una de las calamidades, conocida a través del tiempo, como el Primer Genocidio del Siglo XX. El Genocidio contra el Pueblo Armenio dejó como resultado la muerte y desaparición de más de un millón y medio de civiles de éste. La memoria histórica sigue viva en una antigua reivindicación: su reconocimiento.
Nuestro compromiso en este día como masones es la plena solidaridad con el pueblo armenio, es por ello que la Masonería Argentina, acompaña a sus hermanos armenios, a los descendientes de armenios y al pueblo de esa República, en este día de congoja, que debe servir como lección permanente de la historia, para que hechos de esta naturaleza no vuelvan a repetirse.
Nicolás Breglia
Gran Maestre
La Masoneria Argentina declara su más firme repudio ante la escalada terrorista que sesgó la vida de decenas de ciudadanos belgas durante los trágicos atentados en Bruselas perpetrados por la organización ISIS, hechos que fueron precedidos por sucesos igualmente luctuosos, como los acaecidos en Paris y Estambul.
La Democracia y la Libertad, principios republicanos y humanistas fundamentales, se hallan en constante peligro merced a la barbarie de estas células que pretenden implantar un régimen teocrático basado en el fanatismo, el miedo y el terror.
En tiempos inciertos y dolorosos como los que vivimos, hacemos llegar nuestra más sincera solidaridad a las familias afectadas y al gobierno del Reino de Bélgica.
Con nuestro mayor pesar rendimos homenaje a las víctimas del 22 de Marzo. Hoy todos somos Bruselas.
En Buenos Aires, a 24 días del mes de Marzo de 2016.
Nicolas Breglia
Gran Maestre.